Este verano, como parte de mi regalo de cumpleaños, me compré por internet dos juegazos para la Playstation 3.
Por un lado el Call of Duty: Modern Warfare 2, del que un día de estos os hablaré largo y tendido. Impresionante en todos sus modos: la historia, las operaciones especiales y sobretodo su modo online.
Por otro, y aunque siempre he criticado ese tipo de juegos, el Final Fantasy XIII.
Mi crítica a los RPG ha venido siempre precedida del aburrimiento a un juego de este tipo. Para Playstation PSX fue el Final Fantasy VIII. Para Playstation 2, fue el Dragon Quest: VIII.
El modo de juego BTC
Lo que me aburría soberanamente de estos juegos era lo repetitivo que resultaban los combates: al tratarse de un RPG por turnos, era demasiado poco creíble. Ahora me atacas tú, ahora te ataco yo.
Gracias al empleo de la BTC (Barra de Tiempo Contínuo) y a la lucha por equipos, Final Fantasy XIII presenta un modo de juego dinámico. No hay pausas, mientras tú diseñas tu estrategia de ataque, tu cargador se rellena. De esta forma los combates son mucho más veloces y por tanto la sensación es más real.
Esto, sumado a unos gráficos que dejan con la boca abierta en muchos momentos y lo que parece, hasta ahora, una historia muy bien planteada, hacen de Final Fantasy XIII el primer RPG que realmente me gusta.
¿Será éste el primer Final Fantasy que me pase entero?
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