Crítica: In Time

Anoche tuve el placer de disfrutar de In Time, dirigida por Andrew Niccol y coprotagonizada por Justin Timberlake y Amanda Seyfried.

Ya el tráiler prometía acción a raudales rodeada de una trama muy interesante: imaginad que en un futuro no muy lejano la ciencia es capaz de encontrar el gen que nos permite vivir eternamente y, a su vez, el tiempo de vida, a partir de los 25 años, se convierte en la moneda en curso de la sociedad.

Bajo esta perspectiva, Niccol desarrolla una interesante trama donde se pueden dibujar los problemas que actualmente azotan nuestra sociedad: la diferencia de clases, el reparto de la riqueza o el supremo poder de los que disponen de mucho dinero. Y así mismo consigue añadirle unas dosis de constante tensión al sentirse uno envuelto en la sensación de que cada segundo de vida «cuesta» y mucho.

La actuación de Timberlake y de la guapísima Seyfried (aquella pobre hermanita que murió asesinada en Verónica Mars) no desentonan en absoluto y aunque a nuestro cantante aún le queda camino para alcanzar a grandes de la interpretación, poco a poco se va posicionando en la industria cinematográfica con buen tino. El resto lo hace una estupenda banda sonora a cargo de Craig Armstrong (que ya hizo una maravilla para Crueles Intenciones).

En definitiva, una de esas películas palomiteras que además consigue hacerte salir del cine con la reflexión alrededor de tu cabeza.

Nota: 6.5/10

 

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