Probando: Ni no kuni – La ira de la bruja blanca.

Probando: Ni no kuni – La ira de la bruja blanca.

Encontrar un juego que cumpla, de un modo relativamente completo, todas las expectativas depositadas en él es, en la actualidad, bastante complicado.

Vivimos en un mundo donde gracias a la potencia y capacidad de los actuales sistemas, se opta por enfocar el esfuerzo en maravillar visualmente más que en crear arte.

Aunque resulte paradójico, maravillar visualmente y arte no son conceptos idénticos en el mundo de los videojuegos.

Ejemplos de ello los tenemos en muchos de los títulos de la actual generación de consolas: Playstation 3 y Xbox 360. Uno de ellos, quizá el más doloroso por lo que un título de ese calibre conlleva, fue el Final Fantasy XIII.

Atrás quedó el recuerdo borroso de las maravillas artísticas, esta vez sí, que fueron el FFVII, el VIII o el X. Square Enix desarrolló una auténtica obra magna visual completamente vacía de contenido y, lo que supuso su muerte prematura, de jugabilidad.

¿Quién iba a ocupar el precioso hueco que iba a dejar la franquicia nipona?

Puedes probarotros jRPGs que se han quedado incluso más lejos que el FFXIII en su intento por alcanzar un nivel decente. Todos incurren en el mismo error una vez tras otra: son muy buenos técnicamente pero se han esmerado poco o nada en desarrollar un argumento convincente, que enganche, que sumerja al jugador en un entorno del que se sienta pleno participante.

Llega la respuesta

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Pero justo en el albor de la llegada de las «next gen» de las que todo el mundo habla, cuando quizá la esperanza de jugar a un jRPG aceptable estaba cerca de esfumarse apareció la noticia: el Estudio Ghibli estaba desarrollando un juego. Y sí, iba a ser un jRPG tradicional.

Para empezar, hablar del Estudio Ghibli son palabras mayores. El Castillo Ambulante. La Princesa Mononoke. Mi Vecino Totoro. Todas y cada una de las obras que se le pueden venir a uno a la cabeza son verdaderas obras maestras.

La noticia venía acompañada de algunas capturas y bocetos y todo pintaba tan bien que daba hasta miedo ilusionarse demasiado.

La semana pasada terminó cayendo en mis manos tras el habitual periodo de espera para que su precio fuera decente. Benditos 16 euros.

Ni No Kuni: La ira de la Bruja Blanca es una obra de arte. En su concepción, en su desarrollo y ya veremos si en su finalización.

Tras cuatro horas de toma de contacto no hay duda: una animación exquisita, una jugabilidad que mejora en mucho al tradicional juego por turnos y, por fin, un argumento propio de cualquiera de sus películas: magia, guerreros, humor a raudales, jugabilidad, etc., son sus ingredientes. La tarta salió del horno y huele estupendamente.

Introduciendo al jugador y divirtiéndole

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Y es que sus dos primeras horas son completamente introductorias y, pese a eso, amenas. Esa era la idea y el Estudio Ghibli ha sabido plasmarla a la perfección. Cinemáticas preciosas junto con un tutorial integrado en la propia historia hacen que tras un breve lapso de tiempo comprendas el juego y quieras a sus personajes (que al fin tienen carisma).

Una mecánica pulida hace que las batallas no se conviertan en el repetitivo «dale sin parar a la X y sube de nivel». La introducción de los Únimos (animalillos divertidos que nos ayudan en las batallas) agrega versatilidad al juego manteniendo su frescura.

Personajes carismáticos

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La historia se centra en un jovencito llamado Oliver que, tras una serie de sucesos, acaba en un mundo mágico de la mano de «El rey de los Gnomos»: Drippy.

El juego sólo se encuentra en inglés y japonés aunque está subtitulado, eso sí, al castellano. Y la magia empieza precisamente ahí, en la traducción. Lejos de buscar una traducción literal, los diálogos están llenos de palabras típicas españolas, con una libertad que muy pocas veces había disfrutado en una adaptación española de un videojuego y que me recuerda por momentos al lenguaje empleado en dibujos como «Hora de Aventuras».

Primeras sensaciones

Con todo esto, las primeras sensaciones tras haber probado el juego son más que satisfactorias. Por fin, después de tanto tiempo, una historia que involucra al jugador se viste de videojuego con una jugabilidad interesante y nos permite disfrutar de horas de aventuras en un entorno fantástico.

Al final, después de todo, no era tan complicado. ¿Verdad?

2 respuestas

  1. «La tarta salió del horno y huele estupendamente…»

    … pero hay que tener mucho estómago para aguantarla y no acabar vomitando.

    El 16 de diciembre publico el análisis, a ver si te lo has pasado para entonces y me cuentas tus impresiones más allá del bonito apartado gráfico.

    1. Avatar de sergioMadrigal
      sergioMadrigal

      Algunos me avisan de que al final se hace repetitivo y cansino y otros que no hace más que mejorar. Veremos. Aunque con los precedentes que he tenido cualquier cosa medianamente decente me convencerá.

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