Blog personal de Sergio Madrigal donde encontrar textos sobre ciencia y tecnología, psicología, cine y literatura y quizá alguna cosita más.

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La importancia de los títulos universitarios

Hace ya un tiempo vengo escuchando en diversos ambientes una especie de sonido de fondo en el que veladamente, nunca directamente, se menosprecia el valor de un título universitario.

Curiosamente ese menosprecio viene, en la mayoría de los casos, desde la tribuna de aquellos que no disponen de ningún tipo de título.

Los que me conocen bien saben que no soy de los que defienden el valor de un papel en el que se dice que sabes hacer algo frente a la experiencia de haberlo hecho. Soy un ferviente defensor del empirismo laboral: el que sabe realmente cómo funcionan las cosas es aquel que ha tenido que lidiar con la realidad de las mismas y la problemática que las rodea y esto muchas veces no aparece escrito en los libros teóricos.

No busco por tanto entrar en el debate del enfrentamiento directo entre el nivel de estudios y la experiencia, aunque sí que diré que, como todo en esta vida, la perfección se alcanza con el equilibrio: un buen nivel de estudios y una buena experiencia.

Pero volviendo al tema que nos atañe hoy, cuando leo o escucho esos ataques encubiertos contra los títulos trato de contenerme, pero una carrera universitaria es harina de otro costal. Una carrera universtaria para empezar implica un elemento crítico que aquellos empeñados en devaluarla obvian (mal)intencionadamente: el increíble sacrificio que lleva obtenerla.

Sacar adelante un proyecto como una Ingeniería, una Licenciatura o una Diplomatura es algo que acarrea horas y horas de concienzudo trabajo y esfuerzo. Y no sólo eso. Además del esfuerzo se requieren una serie de habilidades fundamentales en la futura vida laboral: capacidad de síntesis, desarrollo de soluciones a problemas, planteamiento de alternativas, etc., sumado a conocimientos fundamentales de los que mucho de esos «críticos» carecen.

Todo esto lo proporciona una carrera universitaria. Y a partir de ahí, todo lo demás: la de Matemáticas, la de Física o la de Química, las herramientas para cambiar cómo comprendemos el mundo, las Ingenierías, la capacidad de reinventar la rueda, de hacer realidad los sueños de miles de bombillas esperando a encenders; las ciencias sociales, la economía, la psicología, el conocimiento acerca del comportamiento del ser humano y de aquello que le rodea para predecir y prever futuras situaciones y actuar ante ellas y, por supuesto, las ciencias naturales, la biología y la medicina, para entender de qué estamos hechos como especie, para arreglarnos e incluso mejorarnos.

Así que no, para triunfar en esta vida y ser un buen profesional, no hace falta tener un título universitario. Pero el poseedor del mismo no tiene un trozo de papel sin más. Tiene el resultado de años de sudor y duro esfuerzo y la prueba física de que tiene las capacidades y los conocimientos básicos para convertirse en un gran profesional de su sector.

La próxima vez que lea o escuche una de esas frases lapidarias haré como hace mi padre cuando menosprecian el valor de haber obtenido una plaza de funcionario tras una oposición, les diré a esos gurús del siglo XXI, vendedores de humo y genios del nadismo vestido de frases motivacionales de restaurante chino de barrio: cuando queráis, os sacáis una y me venís y me contáis qué tal.

Comenzando con LaTeX – Breve tutorial.

Desde mis tiempos universitarios he sentido cierto interés sobre LaTeX.

LaTeX es un sistema de composición de textos, orientado especialmente a la creación de libros, documentos científicos y técnicos que contengan fórmulas matemáticas. [ es.wikipedia.org ]

La diferencia fundamental con un procesador de textos convencional, como por ejemplo Microsoft Word™ es que si bien éste es un editor WYSIWYG, aquello que ves es aquello que obtienes, LaTeX se fundamenta en un archivo de código de marcas. Algo parecido a HTML.

Ventajas

Es independiente del sistema operativo. Lo cual nos permite llevar nuestros archivos LaTex (.tex) a cualquier entorno y crear los archivos que queramos con independencia de la arquitectura que empleemos.

Es un estándar de facto en el mundo científico. La mayoría de papers, documentos teóricos, prácticas, hasta incluso exámenes, están hechos con este sistema.

Desventajas

Es un lenguaje de marcas lo que inexorablemente implica enfrentarse con una hoja en blanco en la que lo que escribimos y lo que pretendemos obtener no tienen una relación directa. En resumidas cuentas, la curva de aprendizaje es diferente que la de editores convencionales.

Comenzando con LaTeX

Para empezar con LaTex necesitaremos dos sencillos programas gratuitos

– TeXWorks [ http://www.tug.org/texwork ]

– MiKTeX  [ http://miktex.org/2.9/setup ]

Una vez instalados iniciaremos el software TeXWorks que automáticamente nos detectará el software de impresión LaTeX MiKTeX.

Para empezar podemos crear un pequeño y sencillo documento con este código ejemplo que os facilito:

[cc lang=’latex’]

\documentclass[11pt,a4paper]{article}

\usepackage[utf8]{inputenc}

\usepackage[spanish]{babel}

\usepackage{graphicx}

\begin{document}

\title{Ejemplo Documento}

\author{Sergio Madrigal Muelas}

\maketitle

\section{Seccion Ejemplo}

Esta es una sección de ejemplo

\end{document}

[/cc]

Una vez lo tengáis bastará con guardarlo y compilarlo (Ctrl + T) para ver el resultado en formato PDF.

Si tenéis cualquier consulta no dudéis en usar los comentarios.

La Vuelta

Aunque parezca increíble para algunos, el verano se está acabando, mañana entraremos en la recta final de los últimos 10 días de agosto y con ésta ese sprint con el que intentamos sacarle hasta la última gota de jugo a unas exprimidas vacaciones.

Pero además de significar el fin de los días de ocio y regocijo, para muchos otros signifca la llegada del primero de los obstáculos de esta carrera de fondo que es la universidad: los exámenes de septiembre.

La vuelta al cole es para algunos el reencuentro con los coleguitas para contarles lo bien que se lo han pasado este verano y para otros, por desgracia, la primera toma de contacto con la realidad académica.

Y para éstos últimos no hay pretemporada que valga.

Todo esto viene a que os deseo a todos muchísima suerte en vuestros exámenes de septiembre!!

12 movimientos

jaque

Eso ha sido lo que le bastó al pedazo de jugador que tengo como compañero de telemática para ganarme (o más bien destrozarme) jugando al ajedrez.

Cuando haces cualquier cosa junto a una persona que sabe lo que está haciendo, que controla, te das cuenta como cada movimiento, por pequeño e insignificante que pueda parecer, tiene algún objetivo. En esta vida, como en el ajedrez, hay muy poco de azar y mucho de saber jugar.

Porque no es lo mismo aquel que sabe lo que quiere, tiene claro lo que busca y te mata al rey moviendo sólo 12 veces, que aquel cuyo único objetivo es morir dignamente.

David, te presento mis respetos.