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Top 10 películas estrenadas en 2014

El final de este 2014 se acerca peligrosamente y, como viene siendo habitual, va siendo hora de recapitular un poco qué nos ha dado este año.

Por lo que respecta al cine, desde mi punto de vista, este año ha sido el de las sorpresas (algunas más que otras) y el de algunos descubrimientos notables.

No lo alargo más, aquí tenéis las que para mí han sido las mejores películas estrenadas en 2014:

  1. Interstellar (Christopher Nolan). Poner en duda a estas alturas de que la considero la mejor película de este año y en seria disputa del trono eterno del celuloide no tiene mucho sentido. Ha sido la puesta en escena de proporciones inconmensurables de la ciencia y la ficción. Un punto y aparte en el imaginario del cinéfilo amante del espacio. Una obra que perdurará en mi memoria.
  2. La Isla Mínima (Alberto Rodríguez). La sorpresa más grande y sobretodo más grata. Cine español. Pero cine del buenísimo. Del de agarrarse a la butaca y tragar saliva mientras disfrutas de un metraje pluscuamperfecto. Actuaciones a la altura de una realización inimaginable hace unos años de manos de un conciudadano.
  3. Los Guardianes de la Galaxia (James Gunn). Vuelta al cine de aventuras de verdad, en el que la socarronería se mezcla con la acción y los personajes, todos y cada uno de ellos, derrochan un carisma que no les ha sido otorgado por nombre ni por herencia: lo son por ellos mismos. El inicio (espero) de una saga que nos ofrezca cine de superhéroes de calidad.
  4. El Lobo del Wall Street (Martin Scorsese). Hablar de Di Caprio a estas alturas es hablar de cine de muchísima calidad. Junto con Scorsese nos muestra la cara oculta del éxito de una forma tan desinhibida y cruda que las 3 horas que dura la película casi ni se notan.
  5. The Equalizer (Antoine Fuqua). Cuando uno pensaba que el cine de acción puro se había perdido, más si cabe viendo truños del tamaño de Los Mercenarios 3, va y le vuelven a dar la oportunidad a Denzel Washington para comerse la pantalla. Y vaya que si lo hace. Cine de palomitas del de antes. Impagable.
  6. Boyhood (Richard Linklater). Tal vez, lo comentaba hace unos días con un amigo, la película se esconde detrás del escudo del extraordinario hecho de rodarla durante 14 años. Tal vez esa sea la maravillosa clave de esta historia que, sin llegar a contar nada más que un relato común, consigue adentrarse en el siempre complejo mundo de las emociones para con soltura mostrarnos la vida, tal y como es.
  7. Maléfica (Robert Stromberg). Cuando los años pasan (y no pasan en balde), los cuentos de hadas pasan a ser menos cuentos y llegas a pensar que te hubiera gustado que te contaran otras historias. Maléfica consigue mostrarnos el mismo cuento de hadas, pero desde el punto de vista diametralmente opuesto. Bellísima factura, genial interpretación de una radiante Angelina Jolie y un dulce sabor final  
  8. Begin Again (John Carney). Cuando mezclas música indie con una historia de amor y la redondeas con un final que no es la típica americanada de pétalos de rosas entonces tienes una buena película. Si encima la protagoniza Keira Knightley, no le puedes pedir mucho más.
  9. Al filo del mañana (Doug Liman). Tom Cruise me despista. Igual te hace un truño infumable como que te saca algo como Al Filo del Mañana. Ésta última tiene todos los ingredientes para ser una buena película y, además, lo es. Acción y ciencia ficción a partes iguales en estos viajes sin cesar en el tiempo.
  10. Gone Girl (David Fincher). Tal vez por el cierto desencanto que supuso que no colmase las expectativas que había puesto en ella viniendo de Fincher no está más arriba en esta lista. Sin lugar a dudas un atrapante thriller con una interpretación genial de Rosamund Pike que, sin embargo, se diluye en una trama que nunca termina de cerrarse y en la que siempre estás esperando un final que te destroce los sesos y que nunca llega.

Mencion Especial

Ocho apellidos vascos (Emilio Martínez-Lázaro). Genialidad española a la española. Con un Dani Rovira sorprendentemente bueno y con una historia desternillante.

Bajo la misma estrella (Josh Boone). Tal vez me gustan demasiado los melodramas, pero esta adaptación del libro homónimo de John Green me pareció una pequeña joyita que atesorar.

Sé que me dejo en el tintero cintas de la talla de La Ladrona de Libros, Her, etc., pero creo que con estas 10+2 hago justicia a lo que considero ha sido lo mejor que he podido ver sentado en una butaca este 2014.

Y el 2015 pinta todavía mejor.

Crítica: Boyhood (Momentos de una vida)

Cuando una película viene precedida por una gran valoración por parte de la crítica y del público suelen ocurrir dos cosas: en la mayoría de los casos la película se queda muy lejos de cumplir las expectativas generadas y termina siendo un bodrio, o bien, en pocas, muy pocas ocasiones, la película no sólo cumple sino que las supera.

Con Boyhood, (Momentos de una vida) resulta sorprendente descubrir que no encaja en ninguno de esos dos grupos.

No es una mala película pero tampoco la obra maestra que muchos se están dedicando a pregonar. Se trata de una experiencia cinematográfica extraña. Y cuando digo extraña me refiero a distinta.

Rodada por Richard Linklater durante 12 años, Boyhood nos cuenta el crecimiento de Mason (Ellar Coltrane) y su entorno durante 10 años de su vida. Y ya está. Alrededor de él, grandes artistas de la talla de Ethan Hawke o Patricia Arquette suman la sobriedad interpretativa necesaria para dotar de credibilidad a la historia.

Tal vez en esa sencillez de contarnos la vida de alguien común radica su más intensa belleza. No es una historia épica, con un final dramático. No te hace llorar ni reír en exceso. Sencillamente Linklater decide abrir una ventana y mostrarte la realidad para que tú, espectador, sentado en tu butaca, asistas entre atónito y extrañado al devenir de los años de la vida de una persona igual que tú.

Lo interesante de esta película es lo que no cuenta, lo que tu cabeza intuye y de lo que te vas empapando.

Es una obra que masticas después, que digieres con el tiempo.

Porque es después cuando descubres escondida entre los pliegues de diálogos comunes una pequeña esencia de tu propia realidad. Esa realidad que en el día a día te pasa desapercibida pero que está ahí. Una especie de hilo conductor de tu vida que une etapas tan dispares como la infancia, la adolescencia, el paso por la juventud o la llegada a la adultez, pero que se esconde con el lento paso del tiempo. Con Boyhood coges la perspectiva necesaria para darte cuenta del vertiginoso salto temporal en el que se ha convertido tu vida.

No hay que interpretar la película como una historia que te están contando, sino que esta vez la dirección es la opuesta. Lo interesante está en el reflejo que tú proyectas sobre esa película.

Recomendada

7.5/10