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Redes Básico (II): Servidor DNS

Hace unos días explicaba de forma introductoria el significado y la utilidad de las direcciones IP. Si recordáis, aquellas matrículas que identifican a todos los dispositivos en Internet.

Sin embargo, pese a que en nuestro día a día navegamos continuamente por distintas páginas web, no creo que hayáis escrito demasiadas direcciones IP en la ventana de vuestro navegador. ¿Por qué?

Bien, los sesudos creadores de la red de redes se dieron cuenta al pasar un poco tiempo, que recordar retahílas de 4 números de 0 a 255 para acceder a los distintos servicios era algo excesivamente complejo hasta para ellos y por tanto pusieron en marcha sus engranajes para desarrollar una solución a este pequeño contratiempo.

Y así nació DNS. DNS son las siglas de Domain Name System y es » un sistema de nomenclatura jerárquica para computadoras, servicios o cualquier recurso conectado a Internet o a una red privada. Este sistema asocia información variada con nombres de dominios asignado a cada uno de los participantes. Su función más importante, es traducir (resolver) nombres inteligibles para las personas en identificadores binarios asociados con los equipos conectados a la red, esto con el propósito de poder localizar y direccionar estos equipos mundialmente.»  [Fuente: Wikipedia España].

Para que nos entendamos, DNS es un sistema compuesto por miles de servidores distribuidos por el mundo que almacenan una tabla en la que relacionan directamente las direcciones IP con el nombre del servidor. De esta forma, cuando nosotros tecleamos en la barra de nuestro navegador www.google.es, en realidad, el navegador lo primero que hace es realizar una consulta DNS.

Esta consulta DNS se realiza al servidor DNS que tengamos configurado y lo que se le solicita es que «resuelva» la dirección IP de «www.google.es». Una vez el servidor la encuentra y nos la devuelve, nuestro navegador realizará a partir de entonces las consultas necesarias mediante la ya conocida matrícula única (la dirección IP).

De nuevo nos encontramos ante un sistema jerárquico. Si las consultas que realizamos a nuestro servidor DNS no devuelven resultado entonces éste realizará una petición un servidor de nivel jerárquico superior (el cual se supone que tiene más duplas dirección IP – nombre del servidor) y así sucesivamente hasta hallar la correspondencia o descartar esa dirección por no existir.

La duda que te puede surgir es ¿y por qué no centralizar en un único superservidor toda la información y no tener que distribuir la información? De esta forma las consultas siempre serían al mismo equipo y si no tuviera la información la resolución sería automática.

La respuesta son en realidad dos: tiempo y seguridad.

Si tuviéramos un único equipo éste debería estar localizado físicamente en algún sitio. Es bastante lógico pensar que si, por ejemplo, estuviera en EE.UU., las consultas tardarían infinitamente más si éstas debieran realizarse hasta allí que si las realizamos contra un servidor alojado a escasos kilómetros de casa. Y con ese servidor, en un porcentaje muy elevado de ocasiones nos basta. Si analizáis vuestro comportamiento en la red veréis como vuestras costumbres de navegación os hacen visitar siempre las mismas páginas.

Disponer de un servicio como éste centralizado supone tener un único punto de fallo. La caída de ese único servidor provocaría dejar sin este servicio al 100% de usuarios.

De modo que normalmente configuramos los servidores DNS que nos proporciona nuestro proveedor de acceso a Internet.

¿Dónde se configuran?

La mayoría de vosotros accederéis a Internet a través de una red con el DHCP habilitado. Esto, en resumidas cuentas, es un «enchufa y funciona», es decir, una vez conectáis el PC al dispositivo de red, éste configura el equipo con todos los parámetros, incluyendo los servidores DNS.

Aún así, si queréis modificar este parámetro no tenéis más que acceder a vuestra configuración de redes y en la pestaña DNS cambiar las direcciones IP de los servidores.

¿Qué alternativas tengo?

Además de los ya mencionados servidores DNS que proporcionan los proveedores, si no quieres pasar por ellos tienes alternativas:

– Google DNS: 8.8.8.8 / 8.8.4.4 [ https://developers.google.com/speed/public-dns/ ]

– Open DNS: 208.67.222.222 / 208.67.220.220 [ http://www.opendns.com/ ]

Porque piensa que estos servidores están recibiendo todas y cada una de las direcciones URL que introduces en tu navegador, ya sea la de la encilopedia Británica, como la de la web de contactos en la que entras a escondidas.

 

Redes Básico (I): Dirección IP

IP Address - Dirección IPMuchos de los que os interesáis por primera vez en el mundo de las redes de computadores estáis familiarizados con un concepto básico de éstas: la dirección IP.

La dirección IP es una etiqueta numérica que identifica, de manera lógica y jerárquica, a un interfaz (elemento de comunicación/conexión) de un dispositivo (habitualmente una computadora) dentro de una red que utilice el protocolo IP (Internet Protocol), que corresponde al nivel de red del Modelo OSI. [Fuente: Wikipedia España]

Básicamente se trata de una «matrícula» que identifica unívocamente un elemento que entra a formar parte de nuestra red y que, por tanto, puede enviar y recibir información. Gracias a este identificativo podemos hacer referencia expresa a cada uno de los equipos conectados e intercambiar información con ellos.

Actualmente está implementada la versión 4 (IPv4) de este protocolo y parcialmente completada la implementación de su versión 6. Las diferencias son bastante notables pero bastará decir que se está migrando a la versión 6 porque nos estamos quedando sin números IPv4 libres.

Aunque la dirección IP se define como un número binario de 32 bits, para facilitar su uso entre los técnicos de redes, estos 32 bits se agrupan en 4 números decimales de 0 a 255 (2e8) separados por puntos entre ellos. Así, una dirección IP ejemplo sería: 196.232.12.5

En la definición también se especifica que se trata de un identificativo jerárquico. En los inicios, cuando Internet todavía estaba en pañales y se desconocía su potencial, se pensó que el número de direcciones IP planteadas (2e32) era más que suficiente para cubrir las necesidades de la tecnología. Además, se definieron bloques distintos de rangos de direcciones IP para tamaños de redes diferentes dando lugar a lo que conocemos por Clases de IP.

En la actualidad, pese haber perdido ese carácter jerárquico por la expansión de Internet, seguimos empleando el concepto de redes de clase A,B,C.

Así, la Clase A es la que definiría los rangos con más cantidad de direcciones disponibles (más de 16 millones) por cada red, aunque de este tipo sólo tengamos disponibles 128: 1.0.0.0 a 126.255.255.255

La Clase B definiría un rango intermedio que nos permitiría disponer de más de 65 mil direcciones IP únicas por cada red a cambio de aumentar el número de redes disponibles: 128.0.0.0 a 191.255.255.255

Y finalmente la Clase C se concibió como la clase para pequeños entornos dónde el número de direcciones fuera reducido, 254, para disponer así de más de 2.000.000 de redes: 192.0.0.0 a 223.255.255.255

En otro capítulo abordaremos con más profundidad la diferencia entre red, subred y host para que podamos entender correctamente estos conceptos, pero para tener una idea general sobre la jerarquía de direcciones IP es suficiente.

Así, la dirección IP es un número que supone la base del funcionamiento de la totalidad de las comunicaciones digitales que en la actualidad se emplean. Nuestro acceso a Facebook, nuestra consulta al correo, el acceso a las aplicaciones móviles online, hasta incluso los pagos en los comercios se fundamentan en este concepto. Y por eso es importante tener muy claro cuál es su utilidad y su funcionamiento.