Hace unos cuantos días os hablaba de lo que estaba siendo para mí el inicio del último juego de la saga Final Fantasy en cuanto al tema de las batallas y su renovado sistema BTC.

Bien, después de jugar las primeras 10 horas a este interesante juego, estas son mis conclusiones:

  • El juego en sí es una obra maestra digna de la plataforma (xBOX 360 o PS3): todo, íntegramente, se basa en el mismo motor gráfico por tanto la sensación de estar inmerso en una película en la que participas es completa.
  • El guión de la historia, por ahora, promete cada vez más. Los personajes van desarrollándose y profundizando a medida que los cortes de vídeo se suceden, dotando a la historia de carácter necesario para enganchar al jugador.
  • La parte jugable es muy interesante, pero peca, al menos durante estas primeras 10 horas, de una excesiva linealidad. En cierto modo esto es positivo para aquellos que están empezando a jugar a este tipo de juegos porque nos presentan de una forma muy pedagógica el sistema de juego y sus funciones, pero puede resultar exasperante para aquellos jugadores más avanzados.
  • Las batallas propiamente dichas son cada vez más complejas y eso permite desarrollar al máximo su novedoso sistema de combates: decidir qué estrategia seguir, qué roles van a tener los integrantes del grupo y qué magias/eidolones se van a emplear deja de ser banal para convertirse en una parte fundamental y determinante de cada batalla importante.
  • En general se trata de uno de los mejores títulos en cuanto a gráficos que he podido disfrutar en la Playstation3 y confío que conforme avance la historia, también se convierta en uno de los mejores en cuanto a jugabilidad.