Tras la resaca del festival eurovisivo toca hacer un poco de reflexión sobre lo que pasó.
A falta de saber los datos de audiencia que obtuvo TVE, lo que queda claro son dos cosas:
– Rodolfo consiguió juntar a muchas personas frente a las pantallas haciendo una actuación más que digna y colocándonos por delante de las últimas 3 ediciones.
– El festival ya hace tiempo que dejó de ser musical para pasar a ser político.
Es una lástima que nos vendan Eurovisión como concurso de canción cuando realmente lo último que se premia es la calidad musical (si es que anoche la hubo).
Yo me quedo con 3 momentos.
El primero, obviamente, el de Rodolfo Chikilicuatre y su Baila el Chiki Chiki:
El segundo, el de Kalo Mira (para mi la que debería haber ganado):
Y el tercero y último el de la cantante de Ucranía, que como estén todas así por allá…:
De todas formas, como bien reza el título, somos los ganadores morales del festival porque fuimos los únicos (a parte del Eugenio francés y su balón de helio) que introdujimos frescura al festival.
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