Está claro que adaptar una novela ambientada en la Edad Media no es tarea sencilla.
He leído por la blogosfera un sinfín de críticas a la adaptación para televisión de la obra de Ken Follet, Los pilares de la Tierra.
Ayer tuve la oportunidad de ver el primero de los episodios de esta miniserie y la sensación al terminarlo fue de estar viendo una adaptación más que correcta.
Es probable que influya el hecho de que leí la novela hace ya unos años y que posteriormente leí la secuela: Un mundo sin fin. El caso es que la serie ha conseguido devolverme a la atmósfera del libro y me ha recordado, en parte, la profundidad de algunos de los personajes.
Es cierto que el hilo narrativo de la serie no se asemeja demasiado al del libro y que la fotografía no es todo lo buena que debería ser para una obra de estas características, pero no nos pongamos demasiado finos, que en tierras españolas nos llegan «Hispania» y «En Tierra de Lobos». Y por lo visto en las promociones, dan miedo.
De nuevo os animo a leer el libro y, en la medida de lo posible, ver esta estupenda serie. Un verdadero placer para los amantes de la Edad Media.
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