Crítíca: Efectos Secundarios

Crítíca: Efectos Secundarios

He visto ya unas cuantas películas de Soderbergh y los resultados han sido bastante dispares.

Desde la interesante Traffic hasta la que hoy nos ocupa, Efectos Secundarios, he disfrutado con la mayoría (la saga de Ocean’s siempre la he guardado en mi memoria) y he tenido que soportar alguna que otra: Solaris, infumable.

Efectos Secundarios (2013) es de las buenas, de las que te mantiene pegado a la butaca desde el minuto uno hasta el final. Retorcida, con giros argumentales muy poco previsibles, con actuaciones creíbles. Jude Law, Rooney Mara, Channing Tatum, hasta una decente Catherine Zeta-Jones, lo cual ya es mucho decir, forman parte de un elenco que dota de consistencia a la historia.

Una mujer que padece una profunda depresión acude a la consulta de un psiquiatra (Jude Law) para que la trate. Y lo mejor es que hasta ahí puedo contar. Todo lo demás forma parte de una intrincada historia de reflejos e ilusiones engañosas que sumergen al espectador en un coherente hilo donde nada de lo que parece ser resulta ser cierto.

Soderbergh es capaz de sorprender con rizos impensables en la historia sin por ello permitir que ésta pierda un ápice de credibilidad. Y dadas las circunstancias actuales, viendo cómo está el panorama cinematográfico en la actualidad, se agradece y mucho, muy de vez en cuando, poder disfrutar de un producto visual así.

Recomendada.

Nota: 7.5/10

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