Leo en DosBit que Google, la todopoderosa Google, está empezando a migrar parte de su catálogo de aplicaciones básicas desarrolladas para Android de código abierto a cerrado.
Esto, que a priori puede parecer un paso atrás para aquellos defensores del software libre.
¿Hay motivos para justificar este movimiento?
Parece que puede haberlos.
El primer motivo, como bien dice el artículo, viene relacionado con la proliferación de sistemas cerrados vinculados a grandes empresas (Amazon, mercado chino, etc.) que hacen uso de las aplicaciones desarrolladas por Google.
Quizá un segundo motivo, menos loable (o menos justificable para aquellos que siguen defendiendo el Don’t be evil de la gran G), es el de la protección de su sistema. Ahora que ya han introducido en una cantidad notable de terminales su sistema operativo, la siguiente fase puede ser migrar su desarrollo a código cerrado para competir de tú a tú con las soluciones de Apple. Sus mismos argumentos: fiabilidad, seguridad, calidad, etc., que ya nos conocemos.
¿Es el camino correcto?
No lo creo.
El software libre ha conseguido en los últimos años presentarse como un perfecto jugador en este torneo del desarrollo de software. Y nos ha beneficiado a todos.
Parte de ese empuje ha venido gracias a soluciones como las de Google, un gigante que ponía a disposición de todo tipo de desarrolladores unas potentes herramientas que les han permitido exprimir a fondo el hardware de los dispositivos.
Si ahora Google decide darle la espalda al Software Libre perderemos todos. Nos convertiremos en dependientes de las dos empresas tecnológicas que pugnan por ser la más grande del mundo y la capacidad de salirnos por la tangente y que aparezcan terceras soluciones interesantes que obliguen a Google y a Apple a ponerse las pilas será menor.
Don’t be evil, Google.
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