Crítica: The Witch – La Bruja: Una leyenda de Nueva Inglaterra. (2015)

Crítica: The Witch – La Bruja: Una leyenda de Nueva Inglaterra. (2015)

Entre examen y examen he podido sacar un poquito de tiempo para uno de mis placeres favoritos: sentarme en el sofá a disfrutar de una buena película.

Después de postergarlo durante algún tiempo tuve la oportunidad de ver The Witch (La Bruja), una producción dirigida por Robert Eggers y protagonizada por una inquietante Anya Taylor-Joy.

Argumento

The Witch se desarrolla en Nueva Inglaterra en 1630, con la llegada de muchos colonos ingleses que buscaban tierras en la recientemente descubierta América.

Los protagonistas, una familia de devotos cristianos, tienen que salir del pueblo donde viven por alguna desconocida razón y terminan construyendo una pequeña granja frente a un misterioso bosque.

A partir de ese momento, los extraños sucesos comienzan a ocurrir. Lejos de tratarse de sucesos paranormales, The Witch ahonda en la mente de una familia con profundas convicciones religiosas y con un intenso juego de luces y sombras transmite al espectador la tensión que envuelve a la familia.

Personajes

Ralph Ineson: Es William, el patriarca de la familia. Sólo su voz (vi la película en VO) es suficiente para transmitir miedo. Su papel es fundamental en el devenir de los hechos y actúa como centro de gravedad de la familia.

Kate Dickie: Es Katherine, la madre. La más devota de todos. Es la que más añora los viejos tiempos en Inglaterra y la que más muestra el estereotipo de ceguera religiosa: superstición y fe a partes iguales.

Harvey Scrimshaw: Es Caleb, el segundo hijo del matrimonio. Profesa un profundo respeto por su padre y por sus enseñanzas religiosas hasta el punto que afectarán a su percepción de la realidad.

Ellie Grainger y Lucas Dawson: Los mellizos Mercy y Jonas. A mi, qué queréis que os diga, son los que más miedo me dan. Tienen algo profundamente extraño en su actitud. Su relación con el carnero negro Phillip resulta de lo más perturbadora.

Anya Taylor-Joy: Thomasin, la hija mayor. Es alrededor de la que realmente gira toda la historia. Hace un papelón. Se encuentra a medio camino entre la fe absoluta e inquebrantable de sus padres y las dudas propias de la adolescencia. Su papel es el más interesante de todos.

Fotografía

Si en algo destaca soberanamente la película es en su fotografía. La oscuridad es el elemento común en prácticamente todo el metraje, con una sensación a caballo entre la opresión propia de la falta de luz y lo siniestro de lo que «se intuye pero no se ve».

Banda Sonora

Otro elemento crucial para el desarrollo de la historia es su banda sonora. Aparece en los momentos justos para añadir, si cabe, más tensión a las escenas.

Conclusiones

Sin lugar a dudas The Witch es una película interesante. A ratos, no lo negaré, puede tornarse en tediosa por el lento desarrollo de la historia. Sin embargo, los últimos 20 minutos son realmente intensos, llevando al clímax todo ese suspense.

La historia además, está basada en un compendio de leyendas y documentación de la época, lo que le otorga un punto más de verosimilitud al relato. Así que, si no eres muy aficionado a las películas de miedo, igual no es buena idea que la veas.

Nota: 6.5/10

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