El día que casi muere internet

El final de internet

Aunque para muchos pasase desapercibido, hace pocos días los grandes «arquitectos» de la red de redes se encontraron ante uno de los mayores problemas a los que jamás se habrían enfretado y cuyas consecuencias a nivel internacional podrían haber sido catastróficas.

Un joven informático de Seattle descubrió casi por casualidad un fallo de seguridad en todos (sí sí, daba igual que fueran de Microsoft, de Debian, de Cisco…) los servidores de nombres (DNS) de internet.

Un servidor de nombre (Domain Name Server) es una especie de ordenador enchufado las 24 horas del día cuya única labor es la traducción.

¿Traducción? En el post anterior os hablaba de que cada dispositivo de internet tiene asignada una IP (su dirección o DNI) pero claro, no vamos a estar acordándonos de que la máquina donde está alojado Marca es la 102.34.56.23… Para eso surgieron los servidores de nombres. Ellos se encargan de que cuando tu escribas www.marca.es en el navegador, éste se dirija a la máquina cuya IP corresponde con los servidores de Marca.

El fallo de seguridad descubierto en estos servidores los comprometía de tal manera que permitía al atacante modificar a su antojo las tablas de traducción, encaminando así al usuario a sitios maliciosos. En definitiva, era capaz de aun entrando tú a tu web del banco, enviarte a una página falsa y obtener todos tus datos bancarios, por poner un ejemplo.

No ha trascendido mucho sobre los detalles del fallo, pero no hay que dejar escapar la sensación de miedo que produce el mero hecho de pensar que un buen día, todo el comercio, la información, los servicios y demás ventajas que a día de hoy dependen de internet puedan estar en peligro de muerte.

Más información:

Kriptópolis | Fallo crítico en DNS obliga a parchear toda Internet
El País | El hombre que salvó internet

Una respuesta

  1. Interesante… y muy inteligente el chaval de Seattle que pudo desmantelar toda esta tecnología. Menudo desorden podría haber ocasionado si hubiera actuado con malas intenciones!

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