Es la noticia del día, de la semana, del mes y muy probablemente del año.
Facebook, en un movimiento sorprendente, ha desembolsado la mayor cantidad de dinero que jamás había puesto encima de la mesa para adquirir la aplicación de mensajería instantánea Whatsapp. Estamos hablando de 16.000 millones de dólares más un extra de 3.000 más que suman la mareante cifra de 19.000 millones de euros.
Un movimiento que me sorprende por dos motivos: la cantidad desembolsada y la necesidad estratégica.
¿Nueva burbuja?
La cifra sorprende por la cantidad de ceros. Está claro que lo que Facebook adquiere, más allá de la aplicación, es la inmensa red de usuarios que utilizan Whatsapp. Se habla de más de 450 millones de usuarios que pasarán a formar parte del ecosistema de Facebook de un modo u otro.
Pero estamos hablando de 16.000 millones de dólares. Es mucho, muchísimo dinero.
Si bien es cierto que llevamos ya bastantes meses hablando de la posible burbuja de las empresas de Internet todavía nada indica que la tendencia vaya a cambiar . Aunque en realidad es así com funcionan las burbujas, de un día para otro: explotan.
Una estrategia que está por ver.
El otro punto más allá del económico que me resulta interesante es el de la estrategia empresarial que está siguiendo Facebook.
El gigante creado por Zuckerberg dispone ya de un sistema de mensajería instantánea, su «Facebook Messenger». Disponible además en todas las plataformas: móvil, tablet, PC, etc.
¿Qué necesidad tenía de adquirir WhatsApp?
Tal vez lo que quiera es todo el pastel. Meterse en el bolsillo a la práctica totalidad de usuarios de teléfono móvil (usen o no Facebook) convergiendo ambas plataformas: la basada en su aplicación y la que hace uso de los contactos del teléfono del usuario.
Más si cabe ahora que alternativas como Line o Telegram parecen disponer de la estabilidad necesaria como para empezar a plantarle cara al rey del «doble check».
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